Hola, me llamo Ricardo, tengo 17 años, estudio en el instituto Carlos Haya de Sevilla y este verano he participado en el campus científico de la universidad de Granada.
Los
campus científicos de verano son un proyecto promovido por el FECYT (Fundación
Española para la Ciencia y la Tecnología) y el Ministerio de Educación, para
alumnos de 4º de ESO y 1º de Bachillerato. El objetivo de estos campus es
fomentar nuestro interés por la ciencia y el método científico.
En
Granada tuvimos la oportunidad de trabajar en uno de los cuatro diferentes
programas que ofrecía la universidad: el primero, relacionado con la salud y el
deporte, el segundo, sobre tecnologías de la información y la comunicación, el
tercero, “Química con productos naturales cotidianos”, y el mío, “Matemáticas
aplicadas a la ciencia y a la técnica”.
Además
de trabajar en estos proyectos, también realizamos actividades culturales, como
una visita a la Alhambra y al Albaicín, y deportivas, como piscina y fútbol 7.
Estábamos
divididos en 4 grupos de 7 y, al final de la semana, debíamos exponer nuestro
trabajo ante el resto de compañeros. Los objetivos del proyecto eran conocer
las matemáticas desde un punto de vista diferente al que aplicamos normalmente,
aclarar determinados conceptos que aparecen en la vida diaria (como los
financieros), comprobar las presencia de las matemáticas en diversos ámbitos y
aprender de una forma original, con clases que trataran tanto los aspectos
teóricos como los prácticos.
En
la primera sesión afrontamos problemas relacionados con las finanzas y
aprendimos términos básicos como interés
simple, interés compuesto, Índice de Precios al Consumo, Tasa Anual
Equivalente, Tipo de Interés Nominal, liquidación e inflación.
Aprendimos
a realizar la devolución de un préstamo calculando el capital debido durante
cada mes con una cuota fija mediante una tabla de Excel. Con este método, se
evitaba un problema que surgía anteriormente con las hipotecas: la cuota o
dinero a pagar era muy alta e iba disminuyendo con el tiempo. La fórmula que se
diseñó permitió al cliente pagar la misma suma todos los meses.
Otro
tema relacionado era el de la seguridad en las comunicaciones. Estudiamos cómo
y para qué se utilizan el certificado digital, la firma electrónica y los
algoritmos de cifrado, en particular el RSA.
En
la sesión 2 realizamos ejercicios con dibujos formados por una serie de
vértices unidos entre sí por aristas, llamados grafos, en los que se cumplían
determinadas propiedades matemáticas. También hicimos un bingo matemático y trabajamos
con laberintos de anillas, que primero intentamos resolver mediante la
manipulación experimental y a los que más tarde dimos solución con el código de
Gray.
Para
la sesión 3, “Matemáticas en el arte”, estudiamos los movimientos en el plano y
su aplicación en el diseño de mosaicos, rosetones, frisos y celosías,
creaciones artísticas que incluyen la geometría, y que más tarde pudimos
apreciar en nuestra visita a la Alhambra. Además, comprobamos la forma en que
el pintor holandés Escher pudo convertir triángulos, cuadrados y hexágonos (los
únicos polígonos regulares que rellenan el plano), en otras figuras para
incorporarlas en sus obras. El dragón de Gardner y la paradoja de Curry fueron
otras de las actividades que realizamos.
Con
la última sesión aprendimos a medir distancias con la ayuda de un teodolito y
también la explicación matemática en la que se basa el Sistema de
Posicionamiento Global o GPS.
Para
mí, este campus científico de verano en Granada ha sido una gran experiencia.
Quiero
agradecérselo a todos los compañeros que trabajaron conmigo, a las tres
ingenieras: Cristina, Lorena y Marta, a la universidad y a mi profesora de
Física y de Química del instituto, Lola Gutiérrez Villarán.